miércoles, 2 de diciembre de 2015

El conjuro del Auriga: M37

Una de las constelaciones más impresionantes de invierno es la constelación de Auriga o el Cochero. Situado al norte de la constelación de Tauro, es fácilmente reconocible por su forma de pentágono que le dotan sus cinco estrellas principales. Destaca por encima de todas, Capella, una estrella Gigante amarilla, de magnitud 0, siendo la sexta estrella más brillante en el hemisferio norte.

Cuando observo algún objeto, intento no recoger demasiada información que pueda “contaminar” la observación, este trabajo es posterior para poder profundizar, aprender y volver a relamer del disfrute de lo observado.  Este trabajo más cerebral y menos pasional que la observación a pie de telescopio, a veces me lleva a pensar que estas estrellas y asterismos han sido observadas por la humanidad en otros tiempos, que al igual que yo, querían dar explicaciones a los fenómenos desconocidos. De ahí que me guste indagar en ese proceso de hemeroteca el origen, principalmente griego de las constelaciones.  


En el caso del origen de Auriga, existen varios versiones de su origen mitológico, pero personalmente me gusta la versión  en la que el rey Enómano, conocido por su amor a los caballos, no podía soportar la idea de casar a su hija Hipodamia (domadora de caballos). Ideo un plan que consistía en una competición de carrera de caballos, en la que el rey mismo competería con cada uno de los pretendientes de su hija, de tal manera, que el que perdía también perdería la vida. Los caballos de Enómano eran famosos por su velocidad, y así lo demostró en las competiciones que celebro.

Sin embargo, le llego el turno a Pélope, hijo de Hermes. Aquí los dioses si decidieron intervenir, de tal manera que Poseidón rey de los mares pero también antiguo rey de los caballos, le regalo a Pélope un carro de oro tirada por yeguas aladas también de oro. Hipodamia fue cómplice de lo que iba  acontecer. Pélope se conjuro previamente con Mirtilo, el conductor del carro del rey Enómao, para sustituir los clavos que sujetaban los ejes del carro por otros de cera, a cambio de que si el rey perdía la carrera, el auriga obtendría la mitad del reino y la noche de bodas con Hipodamia. En el momento crucial de la carrera, las ruedas se desprendieron del carro, y el rey fue arrastrado hasta morir, no antes sin maldecir a su cochero Mirtilio. Este reclamo su parte, pero Hipodamia se resistió. Pélope lo golpeo y durante el trayecto a casa, empujo a Mirtilo causándole la muerte. Hermes, al descubrir el engaño honro al cochero y le concedió un lugar en el cielo para que fuera recordado.  

El 15 de noviembre del 2015, apunte el telescopio a M37 , el cumulo más vistoso del Cochero, es un fantástico cumulo abierto, que dista de nosotros entre los 3600 y 4700 años luz. Yo pude apreciar más de un centenar de estrellas. Me llamo la atención la estrella central, siendo la más luminosa del cumulo, rodeada por otras estrellas de magnitud 9 y 10, e incluso, adaptando la vista a la oscuridad salpicaban estrellas de magnitudes superiores. Me dio la sensación de apreciar una ligera niebla o nebulosa que la envolvía, y así la dibuje. Es un cumulo sensacional e impresionante, que pude sacarle partido a pesar de mis condiciones de observación.

Dibujo de Messier 37


El cochero  debe de estar orgulloso de poseer en su “trocito” de cielo  este magnifico objeto.

5 comentarios:

  1. Eres un fenómeno y tienes la gran virtud de enfocar a los demás con tus comentarios la pasión por la astrología y entrar en el mundo de la Grecia mítica. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Eres un fenómeno y tienes la gran virtud de enfocar a los demás con tus comentarios la pasión por la astrología y entrar en el mundo de la Grecia mítica. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Gracias. Astronomía y mitología siempre han ido unidas. Ciencia y humanismo

    ResponderEliminar
  4. De los tres messier de Auriga, sin dudarlo me quedo con este, sobre todo visto a pocos aumentos.
    Buena entrada.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Santos, para mi fue una grata sorpresa este cúmulo.

    ResponderEliminar